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La leyenda

Dirían los historiadores que hay mucha realidad en la fantasía, y esta no es la excepción. Entre la realidad y la ficción hay una leyenda que da vida a Tucanê, te compartimos lo que se sabe de ella…

Una aventura que contrasta la realidad y ficción que dan vida a Tucanê.

No existe mejor forma de comenzar una historia, que con la Torre Eiffel iluminando las calles y jardines de París. Después de una cena romántica, Georges, un joven enamorado de la cultura culinaria de aquel país, reconocido por ser un gran jugador de Polo; junto a su novia, se dirigen a una reunión de amigos en casa de Adolphe, uno de los mejores jugadores de Golf del viejo continente. Al llegar al lugar, la novia de Georges queda maravillada con su concepto arquitectónico, una mezcla de modernismo eco-sustentable impregnaba ese espacio de olores tropicales, claro, Adolphe siempre fue apasionado de la naturaleza. La noche continúa y las copas de vino se vuelven a llenar. André, el más joven del grupo, se disculpa amablemente por haber llegado tarde y presenta con todos a su nueva pareja, una guapa joven de cabello negro llamada Corinne. 

La plática se hace añeja, cuando de pronto,

suena el teléfono de André; sale a la terraza a contestar la llamada mientras los demás continúan con la conversación. Después de un rato, André regresa a la sala donde se encontraban sus amigos y les comenta que acaba de recibir una invitación a las paradisiacas playas del Caribe Mexicano, a Quintana Roo. Ésta era una noticia que André estuvo esperando por varias semanas, ya que Quintana Roo es conocido por su excelente turismo de aventura, la noticia lo dejó con una sonrisa tan grande que se podría ver desde la estratosfera.

Invitándoles, André comienza a platicar con sus amigos la experiencia que les espera. Le comenta a Georges y su novia que disfrutarán al máximo los placeres culinarios del Caribe Mexicano, pasando por bromear con Adolphe, a quien le dice que no sabrá qué hacer en aquel lugar, si jugar Golf en los icónicos campos mexicanos o disfrutar al máximo de la naturaleza tropical que allá existe; Adolphe con gracia le contesta, cuando me encuentre en ese hermoso campo de Golf, ya estaré disfrutando de las maravillas naturales de México, bien jugado ¿no?

 El día finalmente llega, los tres amigos con sus parejas se dirigen al aeropuerto… Después de un largo vuelo son recibidos con unas refrescantes Margaritas a su llegada al hotel.

La primera noche, es noche de descanso, el viaje fue agotador.

Georges se va con su novia a cenar a un pequeño restaurante en la playa, los demás deciden quedarse a jugar póker en el hotel. Al día siguiente, André pasa a las habitaciones de los demás a despertarlos, entregándoles el programa de actividades que estarían realizando con otro grupo de personas; las actividades iban desde tirolesas hasta snorkel en algunos cenotes de la zona. Todo parece perfecto, las fotografías de Adolphe capturan los más bellos paisajes y André está feliz disfrutando de las aventuras que el Caribe les comienza a presentar; después de un rato de caminata, el grupo llega a los Cenotes mayas que tanto habían estado esperando, el guía les menciona en cuales pueden entrar a hacer snorkel sin problema alguno y también les dice en cuales está prohibido entrar.

Todo va conforme a lo planeado a excepción de Corinne

la distraída novia de André, no escuchó atentamente las instrucciones del guía y se dirige directamente a uno de los Cenotes prohibidos, al llegar al lugar, Corinne puede apreciar una de las más bellas creaciones de la naturaleza, un imponente sitio en el que el aire, el agua y la tierra, confluían como un solo elemento.

André se da cuenta de la distracción de su novia, aventado bebida que llevaba, corre hacia ella para advertirle de su error, pero al llegar queda igual de maravillado con aquel lugar y discretamente invita a sus demás amigos a que lo acompañen. Corinne es la primera en entrar al agua, el frio se hizo presente, aunque no fue impedimento para que los demás la siguieran, adentrándose poco a poco en aquella majestuosidad que los envolvía. Después de un tiempo transcurrido, se encuentran en una pequeña esquina oscura, siendo fuertemente arrastrados por una corriente que los empieza a llevar a lo que parecía una cámara oculta, por debajo del agua alcanzaban a entrar unos rayos de luz. Georges, atemorizado, toma del brazo a su novia e intenta sostenerse de la pared de rocas, pero su intento fracasa, siendo succionado por aquella corriente de agua; y así cada uno del grupo de amigos.

Entre gritos y golpes contra las rocas, los amigos llegan finalmente a una especie de estanque. Después de que bajara un poco el miedo y los gritos que resonaban sin ser escuchados pudieron apreciar un lugar místico. Altísimos árboles con sonidos de aves por todos lados encerraban un lugar majestuoso pero carente absoluto de comida. El asombro fue convirtiéndose poco a poco en desesperación y hambre. Con temor nuevamente creciente en grupo, Georges quedó como encargado de cuidar a las mujeres, mientras que Adolphe y André iban con desesperación en busca de comida o de alguna salida.

Ya habiendo pasado un día de haber llegado a aquel lugar, la desesperación fue sustituida por agonía,

no podían encontrar la manera de salir, pero no para Corinne, sintiéndose responsable ella estaba dispuesta a llegar a las ultimas consecuencias para encontrar una salida. Al caer nuevamente la noche, mientras el resto de sus amigos parecían ya moribundos, con su espíritu en alto y sus últimas energías se aventuró sola por aquella espesa jungla en busca de comida, o en el mejor de los casos, ayuda. A la mañana siguiente, André nota la desaparición de Corinne, mientras que Georges y Adolphe con su último aliento intentan consolarlo, cuando de pronto Corinne sale de unos matorrales con las manos llenas de frutos; los amigos, asombrados, corren a ver qué sucede y Corinne les dice que fue ayudada por una extraña, pero hermosa ave.

El grupo de amigos sigue la pista de Corinne y se detienen bajo un enorme árbol,

de pronto un hermoso animal desciende volando y se posa frente a ellos con un imponente pico colorido y un plumaje negro brillante.

 Adolphe, que no olvidemos, era amante de la naturaleza, identifica rápidamente al ave y les dice a sus amigos que es un Tucán, un hermoso animal que vivía en los arboles de aquel lugar. Comiendo con instinto de supervivencia los frutos que gracias a Corinne consiguieron del Tucán, Georges nota algo extraño en aquella ave, parece ser que les quiere indicar algo; se levanta dirigiéndose a donde está el ave y esta se mueve hacia otro árbol, Georges en seguida se da cuenta de que los está guiando en alguna dirección. Después de 4 horas de camino entre aquella vegetación, encuentran un pequeño sendero, que al parecer se había dejado de utilizar por mucho tiempo, y aunque estaba descuidado, representaba una oportunidad única para poder salir de aquel lugar y si, así fue, los amigos pudieron salir de ahí gracias a la ayuda de aquel animal. El viaje había terminado, y los amigos se encontraban de nuevo en casa. André, apasionado por la moda y sus tendencias, tiene un momento de inspiración, comienza a dibujar decenas de bosquejos en su libreta, Corinne se acerca un poco sorprendida por la actitud de André, toma una hoja, la mira detalladamente y le dice a André, ¡felicidades! Parece que acabas de crear una excelente colección de moda. Emocionada por lo ocurrido invita a sus amigos a su casa para platicarles lo que había sucedido. Georges y Adolphe llegan a casa de André, quienes con un poco de duda escuchan la nueva idea que les tiene preparada.